Si no es purificada puede provocar cólera, patologías cardiovasculares, neurológicas, cáncer, entre otros.

Las condiciones en las que llega el agua tanto potable como del chorro a los hogares, ha hecho que cada día los venezolanos cambien la forma de consumirla.

El método más común que usan las familias para ingerir agua “limpia”, es la ebullición. Sin embargo, la gastroenteróloga Rorayma Valero asegura que hervir el agua, a pesar de que mata las bacterias, no remueve los sedimentos.

Por este motivo, a los pocos minutos de haber completado el proceso, se pueden apreciar residuos al final de la olla.

No elimina el cloro

Es importante saber diferenciar entre filtros y purificadores. Los primeros, aunque retienen polvo, no eliminan el cloro. Mientras que, al purificar el agua, se elimina cualquier agente nocivo para la salud.

Valero, quien también es miembro de la Sociedad Venezolana de Gastroenterología, explica que el agua mal purificada tiene bacterias y virus como las siguientes:​

Vibrio Cholerae. Esta bacteria es la causante del cólera. “Se disemina rápido. Ha ocasionado millones de muertes en el mundo”, afirma Valero.

E.Coli. La especialista asevera que es la más frecuente en el país y puede causar diarrea e infecciones urinarias.

Helicobacter Pylori. Gastritis, úlceras duodenal, duodenitis y hasta cáncer gástrico puede provocar esta bacteria.

La gastroenteróloga comenta que muchas de estas patologías pueden presentarse de manera asintomática. Sin embargo, la diarrea es el síntoma más habitual.

La especialista indica que otros de los elementos que contiene el agua no purificada son:

Cloro. Valero resalta que el cloro produce radicales libres que al ponerse en contacto con el sudor y la orina, puede volverse 100% cancerígeno. “Los niños expuestos a grandes cantidades de cloro pueden sufrir ataques de asma o irritaciones en la piel”, puntualiza Valero.

Floruro. Está asociado al cáncer de vejiga, a enfermedades de las encías y a la disfunción de las tiroides.

Metales pesados. Contiene aluminio, zinc, cromo, niquel, arsénico entre otros. Además de partículas en suspensión, o sea, polvo. Esto genera problemas de las tiroides, neurológicos y cardiovasculares.

Plaguicidas. Valero precisa que tanto los metales pesados como los plaguicidas se encuentran en aguas subterráneas.  “Por eso el proceso de potabilización no es suficiente para eliminar todos estos elementos” puntualiza la experta.

De igual manera, además de prevenir estas patologías, son muchos los beneficios los que el agua purificada otorga:

Se obtiene un volumen sanguíneo, elimina bacterias, reduce hasta en 33% el riesgo de sufrir enfermedades gastroinstentinales, regula la temperatura corporal y le proporciona un mejor sabor al agua.

Durante el embarazo se evita la retención de líquidos; se reduce el riesgo de sufrir hipertensión y de enfermedades cardiovasculares; se evita el parto prematuro; depura la sangre materna de toxinas; alivia las náuseas matutinas; las cantidades innecesarias de sodio e hidrata el cuerpo.

Así mismo, en los deportistas se logra tonificar el organismo; se eliminan las grasas y se reducen los calambres.

Así lo reseño El Universal en su sitio web

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