En Venezuela alrededor de 75% de las aguas servidas no son tratadas, con lo cual se genera un importante problema de contaminación de los suelos y las fuentes de agua, además del desperdicio de este vital recurso que pudiera reutilizarse para otros fines.

A las aguas servidas de origen doméstico también se les llama aguas residuales, fecales, cloacales o negras, debido a su coloración oscura.

Los contaminantes que contienen las aguas residuales son diversos, y en su mayoría demandan oxígeno, pues incluyen agentes bacterianos a menudo infecciosos, lo cual favorece el desarrollo de otros organismos. Asimismo, incluyen elementos tóxicos que producen impactos negativos en el ambiente y en todos los seres vivos.

Entre los efectos de la contaminación por aguas servidas figura la eutrofización, que es el crecimiento incontrolado de la vegetación en los cuerpos de agua, debido al excedente en la disponibilidad de nutrientes, acelerando el deterioro de embalses, lagos, lagunas y playas.

Por decisión de las Naciones Unidas, cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, efeméride ambiental que este año está dedicada a destacar la importancia del tratamiento y reuso de las aguas residuales.

Este año, el llamado de la ONU es que los gobiernos del mundo y los organismos internacionales, concentren sus acciones en disminuir el desperdicio del vital líquido, buscando que se pueda reutilizar hasta 80% del agua que malgastamos en nuestras casas, ciudades, industrias y la agricultura.

La meta es aumentar la cantidad de agua que regrese a la naturaleza y que fluye de vuelta a ella, contaminando menos al medio físico, y generando menos enfermedades. Para ello es imprescindible aumentar el número de plantas de tratamiento, así como desarrollar nuevas tecnologías que favorezca la reutilización y reciclaje de los recursos hídricos luego de su uso.

En la actualidad, 1800 millones de personas usan aguas contaminadas para el consumo humano, poniéndolos en riesgo de contraer cólera, disentería, tifus o polio. Expertos de las Naciones Unidas establecen que el agua no potable, y débiles infraestructuras sanitarias, causan alrededor de 842,000 muertes al año.

Aunque las cifras en Venezuela se encuentran desactualizadas, y por ello no son confiables, situaciones como la contaminación del Lago de Valencia y del Lago de Maracaibo, y la degradación de muchos ríos como el Guaire en Caracas, ponen en evidencia el poco interés e inversión del gobierno de Venezuela en el tratamiento de las aguas servidas.

El Día Mundial del Agua es una buena oportunidad para recordar la importancia de este recurso para la vida en el planeta, por lo cual es necesario dedicarle mayor atención, para el beneficio de la presente y futuras generaciones.

Fuente: Globovision

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